domingo, 25 de diciembre de 2011

EN LO ALTO DE LA SOMBRA



EN LO ALTO DE LA SOMBRA

Desde lo más hondo de la alcoba
intenta la memoria sus heridas. La sangre
desfila en los contornos de tu nombre;
queda al fondo la plegaria, la mentira
que invade lentos espejos,
lentos armarios donde perdura el vacío.

Rostro muerto de tanta sombra. Imposible
el ciego perfil que te reclama
su triste oleaje debajo del cuerpo:
acaso tu forma en las orillas declina.

Traza el viento la cicatriz que arde
en lo alto de la sombra. Sabes
con qué dolor mide la ceniza su dominio,
aunque poco le importa en su desnudo
morir en la caricia de tus ecos.

Mientes. Y nada impide que detengas
la humedad que asciende a la caída,
así brote en el pulso la derrota
que reconoce bajo el salitre tus pisadas.

Eres tan sólo el destierro, esta breve
palabra que circula a tientas por el aire.
que tu mirada encendida te abandone
a lo lejos, ya instante, en el cielo mortal.

No hay comentarios: