sábado, 27 de noviembre de 2010

ESTA NOCHE A LAS SIETE TREINTA


ESTA NOCHE A LAS SIETE TREINTA


Esta noche a las siete treinta
es martes y otra vez jueves
por tu cuerpo hecho una lluvia de monedas,
un suave escaparate para los venados.

Son los árboles que echa a volar
el viento entre tus brazos,
son los días una enredadera
para las palabras encendidas en mi rostro.

Sea esta canción el lago
que con tanto pudor escondes,
esa cascada que de los cuerpos
es un país de nubes entre las manos.

Esta noche a las siete treinta
nunca el agua tuvo cauce más hermoso que tu espalda

miércoles, 24 de noviembre de 2010

TRAVESÍA



TRAVESÍA


De frente,
así el crepúsculo azul todavía
de tus huellas alejándose.

Plenitud
hecha limite
cuando la fatiga apresura
el corto paso de las hojas.

De frente
el camino serpenteando a tu paso,
señales nunca vencidas;
y saberse en condición de viaje
a partir de tu nombre
lacerado y lívido como el viento.

Quién pudiera decirse
al fugaz encuentro desde la lluvia,
una forma odiándose en el mirar.

Si lo hicimos
fue del avance
la materia impalpable del secreto.

Y la noche llega hasta los ojos,llega
como un pulso abierto
en el agua, en la oscura raíz de su tacto.

Piensas el callado instante que de tu nombre
invoca la pregunta: Lenta
es aquella hora
en la invasión secreta de la luna

¿Quién las mudanzas de la suerte ignora?

Mejor el abandono, su destino.

domingo, 14 de noviembre de 2010

EN EL CALOR VACANTE



EN EL CALOR VACANTE

El hecho de arrojar a un mismo tiempo
los objetos que alguna vez fueron
por ti consumidos:
es palpar calor vacante
de tu blusa abierta de cara al viento,
es ignorar toda la ceniza
que perdura en los posibles sitios donde estabas.

Fue el verano la vida -dices-
cuando el rostro a las manos llevas,
y el mórbido cuerpo imaginado
ensombrece la playa invisible de tu espalda.

Con qué distancia te contemplas
saladamente húmeda, en el momento
que se te acerca la noche, fechas, rostros,
caricias que llenaron de luz aquel verano.

Y recuerdas la compañía de sus ojos
en la noche;dañarse lentamente
tus labios al roce con los suyos,
y casi te basta un ligero contacto,
la formula secreta de dos seres tendidos.

Al presente acude el silencio
que te observa,abandonas
los años o te abandonan ellos
al fondo de su vuelo, intolerable.

Fue el verano la vida -dices-
hiere la oscura humedad de tu nombre
el quebranto irrepetible de los cuerpos.

Pero de un solo instante se ha cerrado la existencia.