domingo, 19 de diciembre de 2010

FRAGMENTO III



FRAGMENTO III

Todo este día bajo el efecto de la indiferencia, es un señalamiento debajo de lo que supuestamente escondemos en la mesa de noche, cicatrices, alcohol, retazos de una conversación de fin de semana, un libro de Henry Michaux: otra vez la mirada en los márgenes podridos de la memoria.

viernes, 17 de diciembre de 2010

FRAGMENTO II



FRAGMENTO II

Dentro de lo que ofrece la panorámica de lo ocurrido en estos días, queda por resolver la travesía por la que mi espíritu recorre senderos inimaginables y monótonos; esta contradicción lanza a los instintos hacia concavidades más profundas, de modo que éstos naufragan lo más pronto posible a la confusión, al indomable mundo donde se contraen los silencios y el miedo queda como un eslabón que sustrae sus formas, sus múltiples laberintos llenos de soberbia.

sábado, 11 de diciembre de 2010

FRAGMENTO




FRAGMENTO

¿Cómo escribir? ¿cómo desesperar en el alba con la pluma en la mano? Es el trazo lo que provoca en mi esos giros que de mi mente son vértigo, delirio. Pienso en un nombre para detenerme en sus sílabas, para respirar el hueco que hay entre lo que significa para mí y su no posible realidad, su no posible tacto.

sábado, 27 de noviembre de 2010

ESTA NOCHE A LAS SIETE TREINTA


ESTA NOCHE A LAS SIETE TREINTA


Esta noche a las siete treinta
es martes y otra vez jueves
por tu cuerpo hecho una lluvia de monedas,
un suave escaparate para los venados.

Son los árboles que echa a volar
el viento entre tus brazos,
son los días una enredadera
para las palabras encendidas en mi rostro.

Sea esta canción el lago
que con tanto pudor escondes,
esa cascada que de los cuerpos
es un país de nubes entre las manos.

Esta noche a las siete treinta
nunca el agua tuvo cauce más hermoso que tu espalda

miércoles, 24 de noviembre de 2010

TRAVESÍA



TRAVESÍA


De frente,
así el crepúsculo azul todavía
de tus huellas alejándose.

Plenitud
hecha limite
cuando la fatiga apresura
el corto paso de las hojas.

De frente
el camino serpenteando a tu paso,
señales nunca vencidas;
y saberse en condición de viaje
a partir de tu nombre
lacerado y lívido como el viento.

Quién pudiera decirse
al fugaz encuentro desde la lluvia,
una forma odiándose en el mirar.

Si lo hicimos
fue del avance
la materia impalpable del secreto.

Y la noche llega hasta los ojos,llega
como un pulso abierto
en el agua, en la oscura raíz de su tacto.

Piensas el callado instante que de tu nombre
invoca la pregunta: Lenta
es aquella hora
en la invasión secreta de la luna

¿Quién las mudanzas de la suerte ignora?

Mejor el abandono, su destino.

domingo, 14 de noviembre de 2010

EN EL CALOR VACANTE



EN EL CALOR VACANTE

El hecho de arrojar a un mismo tiempo
los objetos que alguna vez fueron
por ti consumidos:
es palpar calor vacante
de tu blusa abierta de cara al viento,
es ignorar toda la ceniza
que perdura en los posibles sitios donde estabas.

Fue el verano la vida -dices-
cuando el rostro a las manos llevas,
y el mórbido cuerpo imaginado
ensombrece la playa invisible de tu espalda.

Con qué distancia te contemplas
saladamente húmeda, en el momento
que se te acerca la noche, fechas, rostros,
caricias que llenaron de luz aquel verano.

Y recuerdas la compañía de sus ojos
en la noche;dañarse lentamente
tus labios al roce con los suyos,
y casi te basta un ligero contacto,
la formula secreta de dos seres tendidos.

Al presente acude el silencio
que te observa,abandonas
los años o te abandonan ellos
al fondo de su vuelo, intolerable.

Fue el verano la vida -dices-
hiere la oscura humedad de tu nombre
el quebranto irrepetible de los cuerpos.

Pero de un solo instante se ha cerrado la existencia.

martes, 20 de abril de 2010

AL VIENTO


AL VIENTO

Cuando todos los siglos vuelven,
y tu imagen detiene lo innombrable,
aquella risa a la memoria
acude, los desnudos momentos
de su figura en el cristal,
la palidez de tu rostro en su boca.

Vuelve a ondularse tu cabello.
Y todo lo vivo y por vivir
no es más que la sola
aparición del cuerpo con su noche.

Que en ti se detenga la oscura raíz
de su paso, y la concavidad
del nombre apriete el duro
goce temporal, y el pasmo
sea la respiración lenta o perdurable.

Vuelve a ondularse tu cabello
en el nombre azul y remoto del mar.
Es el recuerdo ocasión y alcoba,
donde el calor inventa su infinito.

Cuando todos los siglos vuelven,
tu imagen detiene lo innombrable, la sombra, el viento.

lunes, 19 de abril de 2010

Náufrago


NÁUFRAGO


Es el cuerpo que permanece distante,
si no materia, ya transparente,
anega su espuma
donde sólo el eco de si mismo brota.

Así vestigio de la carne,
débil en su límpido reflejo,
oscurece aquella sombra en la arena.

En un instante, en una intensidad, la sangre
lo recorre tibio por la frente, todavía
se percibe su lento mirar, llueve,
mas intacto queda en reposo por las olas.

Como el mar que acaricia su pecho de ahogado.

jueves, 8 de abril de 2010

VUELTA AL PRINCIPIO



VUELTA AL PRINCIPIO

A través del patio
se desdice la memoria,
polvo la vida que se derrama
entre las grietas, bebo
la cálida espesura del muro.

Camino sobre el vaivén.
El árbol de palabras
en mi frente dibujado:
andar a tientas
en lo no visible,
pienso que no pienso.

A través del patio,
breve la medianoche y la aurora
cuando el pasado es decepción.
un lento parpadeo
desmorona el cuerpo
que lo contempla:
me reduce, me asume en sí,
me devuelve a la nada.

domingo, 21 de marzo de 2010

SONÁMBULO


SONÁMBULO

En esta búsqueda a la que el cuerpo nos arroja,

hunde sus pisadas esta humedad que lame los vértices de mi espalda,

mientras el smog determina los peces que caen del suelo hasta

los tenues laberintos de la azotea.


En esta búsqueda a la que tu nombre me arroja,

sobran las calles para nadar de espaldas entre los negocios cerrados,

en donde tu rostro es una suave competencia entre rascacielos,

un trayecto insípido que va desde mi cráneo hasta la tosca circunferencia de tu garganta.


No, no hay más llamadas telefónicas de túneles sin memoria, de gatos podridos

en la banqueta, de hombres fumando afuera de la fábrica.

No, no hay más que mi sombrero recuperándose en una vieja revista pornográfica.

No, no hay más que tu recuerdo en los recibos del tele cable.


Solo, desde la punta de mis monedas hasta la lujuria del abrelatas,

camino arrancándome los números de tu nacimiento,

el escarnio de tu sombra masturbándose en mis cigarrillos,

esa lentitud de tu verbo entre las falanges de la lluvia.


¿Hay más vísceras como agujetas en los bolsillos del ahogado?


En esta búsqueda a la que la desesperación nos llama,

deja, deja que me atropelle el aroma de este boleto de avión,

con un toque sutil hasta los dedos, hacia tu garganta,

donde el aire podrido -el poema- no tiene ya que decirme.