domingo, 14 de noviembre de 2010

EN EL CALOR VACANTE



EN EL CALOR VACANTE

El hecho de arrojar a un mismo tiempo
los objetos que alguna vez fueron
por ti consumidos:
es palpar calor vacante
de tu blusa abierta de cara al viento,
es ignorar toda la ceniza
que perdura en los posibles sitios donde estabas.

Fue el verano la vida -dices-
cuando el rostro a las manos llevas,
y el mórbido cuerpo imaginado
ensombrece la playa invisible de tu espalda.

Con qué distancia te contemplas
saladamente húmeda, en el momento
que se te acerca la noche, fechas, rostros,
caricias que llenaron de luz aquel verano.

Y recuerdas la compañía de sus ojos
en la noche;dañarse lentamente
tus labios al roce con los suyos,
y casi te basta un ligero contacto,
la formula secreta de dos seres tendidos.

Al presente acude el silencio
que te observa,abandonas
los años o te abandonan ellos
al fondo de su vuelo, intolerable.

Fue el verano la vida -dices-
hiere la oscura humedad de tu nombre
el quebranto irrepetible de los cuerpos.

Pero de un solo instante se ha cerrado la existencia.

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