martes, 20 de abril de 2010

AL VIENTO


AL VIENTO

Cuando todos los siglos vuelven,
y tu imagen detiene lo innombrable,
aquella risa a la memoria
acude, los desnudos momentos
de su figura en el cristal,
la palidez de tu rostro en su boca.

Vuelve a ondularse tu cabello.
Y todo lo vivo y por vivir
no es más que la sola
aparición del cuerpo con su noche.

Que en ti se detenga la oscura raíz
de su paso, y la concavidad
del nombre apriete el duro
goce temporal, y el pasmo
sea la respiración lenta o perdurable.

Vuelve a ondularse tu cabello
en el nombre azul y remoto del mar.
Es el recuerdo ocasión y alcoba,
donde el calor inventa su infinito.

Cuando todos los siglos vuelven,
tu imagen detiene lo innombrable, la sombra, el viento.

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