domingo, 22 de mayo de 2011




MEMORIA


Recuerdo la conversación debajo
de los árboles, la memoria del bosque
que te vacía y te nombra, lamentando
el tiempo que se borra en las palabras.

Recuerdo tu mirada inclinándose
en la hierba, el llanto de saberte frágil,
mientras el viento nos detenía
con su pesada sombra en el cabello.

Recuerdo el lento párpado de la lluvia,
su callada forma en los cuerpos, oscuridad
inscrita en el talle rubio de las horas,
como signos que la piel anega o levanta.

Recuerdo de tu rostro así en mi mente:
claridad anochecida, oropéndola
brotando secamente entre la niebla,
ahora que el mármol cuida tu memoria.